jueves, 7 de abril de 2011

Lollapalooza en Chile - La gran fiesta de la música


El pasado 2 y 3 de abril nuestro país vivió una verdadera fiesta de la música, en donde tanto grandes y chicos pudieron disfrutar de un megaevento de carácter internacional que logra unir a la sociedad entorno a la música.

Festival Lollapalooza logró reunir a más de 110 mil personas en el Parque O´Higgins entre ambos días con cerca de 50 bandas tanto nacionales como internacionales que dieron lo mejor de lo suyo para brindar un espectáculo envidiado a nivel mundial y que sólo nuestro país tuvo el privilegio de acoger.

Más allá de las críticas que se le hayan realizado al Line up y a los precios de las entradas, lo vivido durante el fin de semana pasado fue la ocasión perfecta para vivir de la cultura, de la música y mezclarlo con un grato ambiente familiar y de amistad.

En cuanto a la música les puedo relatar el día sábado, fecha en la que asistí dando inicio a este Festival que desde ya promete versión 2012.
Iniciando los fuegos a eso del mediodía con la presentación pop de la hermosa Francisca Valenzuela, la siguieron uno de los cabezas de cartel por parte de nuestro país como Los Bunkers, quienes ratificaron su buen momento y en realidad tomando un ensayo de lo que serán sus presentaciones en los festivales Vive Latino y Coachella.

Otro punto alto fueron los chicos de Dënver quienes con su nueva propuesta de pop se marcan de inmediato como uno de los conjuntos chilenos con mayor proyección internacional en estos momentos. De igual manera nuestro Dj nacional Latin Bitman quien se presentó en el escenario del Movistar Arena provocando una verdadera fiesta con sus amigos invitados, entre ellos Juan Sativo (Tiro de Gracia), Tea Time (Los Tetas, Funk Attack), Titae (Los Tres), Julián Peña e incluso la mismísima Francisca Valenzuela.

Por parte de los números internacionales, la aplaudida presentación de Cypress Hill y la performance de James fueron dignas de un festival de esta categoría.

Sin embargo, no todo fue tan bueno, por un lado la masiva asistencia de público para ver a los artistas presentes en el escenario del Teatro La Cúpula no dio abasto, cosa que el día domingo sería mucho peor y por otro lado, la presentación de The Killers, pese a ser buena, no cumplió las expectativas.

No se desmerece el talento de Brandon Flowers y compañía, sin embargo su presentación fue fría, plana y peor aún de tan sólo hora y media, pese a las dos horas que se tenían contempladas, por lo que muchos aprovechamos de ver la presentación de Fatboy Slim que prendía mucho más como cierre de la primera jornada que lo realizado por la banda proveniente de Las Vegas.

Por otro lado, y claramente relatando este festival de manera un tanto desordenada, he dejado lo mejor para el final. Las presentaciones de Ben Harper y Deftones, sin duda lo mejor de la primera jornada y quizás hasta del propio Lollapalooza Chile.

Ben Harper, el cantautor poco conocido en nuestro país fue en primer lugar respetado y escuchado por el público presente, que quedó impactado por la performance que realizó sobre el escenario quien a punta de puro rock y una excelente puesta en escena se ganó el respeto y admiración de todos, eso sí con una muestra de molestia al darse cuenta que debía terminar su show, Harper quedó con ganas de más y su público también.

En cuanto a Deftones, sin duda lo mejor del día, con un Chino Moreno totalmente conectado con su público y agradeciendo las muestras de cariño hacia su amigo y bajista de la banda Chi Cheng quien aún se recupera de su accidente.

Uno de los mejores shows de la banda norteamericana en nuestro país, quien demostró todo el poder y talento realizado en su última placa "Diamond Eyes", además de interpretar otras clásicas canciones como Minerva, Root, Back To School (junto a Sen Dog de Cypress Hill) o Hexagram.

Sin duda lo mejor de lo mejor, para un Festival de primera categoría, que hacía falta en nuestro país y que ciertamente se debe repetir en los siguientes años con más y mejores artistas, ya que sin duda nuestro país ha demostrado el respeto y pasión por la música, motivos por los cuales las mejores bandas del mundo sienten tanto aprecio por nuestras tierras.

Por Rodrigo Pantoja Jara